Llevo unos pocos días de Rodríguez, y es algo que tiene cierta magia, o al menos para mí la tiene.
Estar solo, en silencio, conmigo mismo, es algo que he aprendido a apreciar con los años.
Considero que hay cosas que llevamos en nuestro interior, que, para salir, para expresarse, para enseñar la patita, necesitan de un tiempo, el cual, en el día a día rutinario, no tenemos.
Si me conoces, o si me has leído de forma constante, ya sabes que me encanta mi mujer y mi hijo, mi familia y mis amigos, que me encanta mi trabajo, aunque a veces no se lo merezca, y que estoy en paz y contento. Pero a pesar de todo ello, de vez en cuando, y por poco tiempo, disfruto de estar completamente solo conmigo mismo, sin más.
Es verdad que estar de Rodríguez tiene mucho de mito. El otro día reía con una nota visual que vi sobre las expectativas de quedarte de Rodríguez (copitas, lectura de libros, playita, etc.), frente a la realidad que luego se vive (lavadoras, plancha, hacer comidas, etc.).
Y es que, al menos en mi caso, salvo un día de cada cuatro, estar de Rodríguez significa estar solo realmente el tiempo de la cena y el posterior antes de dormir. Pero bueno, bien aprovechado, puede dar su juego. Es cierto que me conformaría con dos días completos solo, sin tener que ir a trabajar, pero eso es lo que tiene estar de Rodríguez, que toca ir a trabajar.
Este año, que me pesaba un poco la cabeza, decidí dedicar mi primer periodo de Rodríguez a recopilar cualquier cosa pendiente, ya fuera grande o pequeña, y de cualquier ámbito, que estuviera perdida por los rincones de mi cabeza. Este proceso de recopilación, propio de la metodología GTD, tiene mucho de liberador. Plasmar por escrito todo lo pendiente sin valorar nada, para su posterior planificación o descarte, es una liberación en sí misma. Pero requiere de tiempo, y no poco, porque como te decía, algunas cosas tardan en salir, o necesitan que salgan otras antes.
Esta noche, buscaré a ver si puedo ver una antigua película que me ha recomendado mi amigo Tritón, «Gattaca». Y es que estar en modo recopilación no significa que no pueda ver una buena película, aunque solo sea para decirle a Tritón si de verdad era buena, o era un castañón.
¿Y tú, disfrutas como yo el estar de Rodríguez?